¿Cuáles son las partes del pie y sus funciones? ¿Cómo puede incidir el patrón de apoyo del pie en la rehabilitación y readaptación de lesiones? 
Todos/as conocemos a corredores que tienen o han tenido problemas con los pies, pues es ese complejo articular el que en ocasiones nos trae de cabeza  y para el que todos los profesionales perecen tener “soluciones mágicas”. 
Plantillas, cirugías, ejercicios y máquinas, son algunos ejemplos de intervenciones que se llevan a cabo, pero como siempre os digo: “antes de plantear cualquier solución, debemos de estar seguros de que conocemos cuál es el problema”. Y, para empezar a conocer, nada mejor que una historieta anatómica:
¿Qué es Pie?

Pie no es una parte del cuerpo, ni una localización anatómica… Pie es un reino, en el que 2 dos grandes familias comparten el trono. 

En un lado tenemos la estirpe de los “Artícular”, formada por muchísimas subfamilias: inter-falángicas, metatarso-falángicas, cubo-metatarsianas, cuneo-metatarsianas, inter-cuneiformes, cubocuneana, cuneonavicular, calcaneocuboidea, astragaloescafoidea y subastragalina. Cada una de ellas trabaja de forma sincrónica con las demás, pero hay que prestar mayor atención a tres de sus integrantes, como son Astrágalo, calcáneo y primer metatarsiano.

Por otro lado, tenemos a la familia “Músculor” que también tiene un gran número de descendientes, y que agrupamos en 2 grandes grupos según su origen (extrínsecos e intrínsecos). De los Intrínseco Músculor, tenemos al abductor del 1º dedo, flexor corto del 1º dedo, cuadrado plantar, lumbricales, abductor del 5º dedo, aductor del 1º dedo, flexor corto del 5º dedo, interóseos dorsales y plantares. De los Extrínsecos Músculor, tenemos a extensor común de los dedos, extensor largo del 1º dedo, tibial anterior, peroneo largo y corto, tibial posterior, flexor largo de los dedos, flexor largo del dedo gordo, sóleo y gastronemios. 

Todos ellos son muy importantes, pero tienen composiciones fibrilares muy diferentes, por lo que sus funciones también van a ser distintas. Para esta publicación quiero que recordéis a abductor del 1º dedo, flexor corto del primer dedo, soleo y gastronemios. Un poco más abajo veréis el porqué de estos músculos.

Para que el Reino de Pie funcione de forma correcta y todos puedan ser felices y comer perdices, necesita de que haya buen rollo”, tanto entre integrantes de cada familia, como entre las dos familias. Este “buen rollo” va a depender de que cada una de las familias puedan llevar acabo sus funciones de forma óptima, y así ninguna de ellas tenga que hacer el trabajo de la otra. Esto mismo nos pasa a todos, si compartes piso y no limpias tus platos, “mal rollo” con tus compañeros seguro. 

El pie es un complejo multiarticular.
Reino de Pie
Si el Reino de Pie no funciona bien, ¿qué pasa? 

Cualquier situación de crisis de un país, ya sea económica o política, afecta a los países vecinos. Esto mismo ocurre cuando los problemas afectan al Reino de Pie, los demás reinos (tobillo, rodilla, cadera, pelvis…) se ven afectados (1). Esta relación siempre es bidireccional, por lo que tenemos que tenerlo muy en cuenta si nuestro corredor empieza con problemas.  

El Reino de Pie lleva a cabo 2 funciones fundamentales cuando corremos, como es la adaptación a la superficie y  la capacidad de amortiguar-propulsar a todo el cuerpo. La clave, a mi parecer, está en el equilibrio perfecto entre movilidad y estabilidad; pues sin la primera, no hay adaptación a las irregularidades; sin la segunda, no podemos aplicar toda la fuerza que viene desde arriba. 

El pie necesita del equilibrio perfecto entre movilidad y estabilidad.

Como ya hablamos en la entrada de Bases del Entrenamiento Excéntrico (clic aquí para ver), cuando corremos las cargas compresivas a las que nos sometemos pueden llegar a ser 2 y 3 veces superiores al peso corporal en cada apoyo que realizamos.

Escoged una cadencia, por ejemplo 180 pasos por minuto, y multiplicadla por 60 minutos de carrera y la volvéis a multiplicar por 3 veces vuestro peso corporal. Ese resultado es la carga compresiva que vuestro pie debe de aguantar al inicio del contacto y toda la fase de apoyo, y que debo vencer durante la propulsión para poder despegar el pie del suelo y avanzar. Todo esto sin hacerlo de forma consciente, pues a muchos les gusta correr con música y en una pista de trail mientras bajas una cuesta resbaladiza. 

Por todo ello, parece lógico que cuando hablamos del trabajo que debemos de incluir con el Pie se debe de cumplir:

  1. Mejora de la movilidad, para que sea capaz de adaptarse a cualquier irregularidad del terreno.
  2. Mejora de la estabilidad en distintas situaciones, es decir, trabajo de fuerza de la musculatura intrínseca.
  3. Mejora de la transmisión de fuerza y el movimiento, es decir, trabajo de la musculatura extrínseca.

Siempre se necesita de un buen control neuromuscular, por lo que no podemos olvidar el papel del sistema nervioso central. Debemos de valorar la calidad en la corticalización de aferencias y en la producción eferencias. Para ello, debemos conocer el estado de nuestro sistema nervioso periférico, pues es la carretera por la que viaja toda la información que va del pie al cerebro y a la inversa. 

Como es imposible abarcar en su totalidad el trabajo y la valoración del pie. Tampoco creo que dar ejercicios, técnicas o “recetas” nos vaya a servir mucho de ayuda, así que ¡¡sigue leyendo que vas a llegar a la parte más interesante!!

Cómo “meter la pata” importa y mucho.

Para quienes no estéis muy habituados a la terminología, de forma habitual se divide al pie en 3 partes (para así poder agrupar las articulaciones que hemos nombrado antes): el retropie, mediopie y antepie. Derivado de la parte que primero contacta con el suelo, se forman 3 grupos de corredores según sus patrones de contacto o strike pattern (SP):

  • Apoyo de retropie o de talón (rearfoot strike)
  • Apoyo de antepie (forefoot strike)
  • Apoyo de medio pie o completo (midfoot strike)

Esta clasificación se ha utilizado como método para diferenciar entre distintas técnicas de carrera (3). Los SP se han relacionado tanto a diferentes marcadores cinéticos, cinemáticos, diferencias en activación muscular, al uso de zapatillas o no, y como factores de riesgo de lesión (4). Es un factor muy importante de la mecánica de la carrera.

De los beneficios que se le atribuyen al patrón de apoyo de antepie, uno de ellos es el producir una mayor ventaja energética. La hipótesis que se manejaba era que, al recoger la energía mecánica del apoyo, en la que se produce un hundimiento del arco longitudinal (LA) plantar con el estiramiento de la fascia plantar y su continuación con el tendón de aquiles, se favorecía la producción de fuerza en el despegue de pie o fase de propulsión (5). Es lo que se denomina como “foot-spring fuction”, que traducido al castellano es que “el pie funciona como un muelle”. Estos estudios basaban la eficiencia energética en el grado de rigidez (stifness) de elementos pasivos (ligamento y tendón).  

Sin embargo, estudios posteriores confirmaron que el pico de compresión del arco longitudal y el modelo derivado del estiramiento de la fascia plantar era similar en todos los tipos de patrones de contacto. Dado que este pico de estiramiento o tensión era el factor principal que determinada la cantidad de energía elástica almacenada, los resultados sugieren que el apoyo de antepie no podía mostrar esos “supuestos beneficios energéticos” si se basaba en un modelo pasivo. 

Como posible respuesta, se volvió a mirar las estructuras anatómicas del pie y se observó la musculatura intrínseca del pie (MIP). Un aumento en la activación de esta musculatura cuando se ejecuta con una técnica en el antepié, podría reducir la compresión excesiva del arco longitudinal plantar y reducir la tensión de aponeurosis plantar, proporcionando una explicación para la falta de diferencia en la tensión de la fascia plantar observada en estos estudios. 

Además, también se sabe que estos músculos muestran activación preparatoria antes del contacto con el pie; por lo tanto, es concebible que el aumento de su activación en la fase de balanceo final también pueda explicar el aumento de la altura del arco longitudinal al contacto con el pie cuando se ejecuta con una técnica de antepié.

El estudio que os traigo es de Kelly y colaboradores, realizado en 2017. El objetivo del estudio era ver si los corredores al cambiar su patrón habitual de contacto, que en todos ellos era de retropie, a un patrón de antepie se producían cambios en la activación de la Musculatura Intrínseca del Pie y los cambios en la movilidad del arco longitudinal. 

Vamos a desmenuzar el artículo y sacar lo fundamental, aunque os recomiendo su lectura.

“La importancia de la Musculatura Intrínseca del Pie en la Carrera…” 

Kelly y colaboradores cogieron a 13 runners recreacionales, es decir, no profesionales, que corrían con un patrón habitual de retropie (HFS). Se les hizo correr a la misma velocidad con su HFS y después cambiando a un patrón de antepie (FFS). Las variables que se midieron para comprobar si el cambio de patrón provocaba efectos en la musculatura intrínseca del pie y movilidad del arco longitudinal fueron cinéticos, cinemáticos, electromiografía, fuerza de reacción del suelo y variables temporales del paso. Esto que suena árido y complicado, vamos a pararnos y mirar con lupa:

    • Variables Cinemáticas: hacen referencia al movimiento en cuanto a amplitud, es decir, se mide cuánto se mueven las articulaciones en diferentes momentos de la carrera. 
    • Variables Cinéticas: hacen referencia al movimiento en cuanto a velocidad, es decir, cómo de rápido se producen los movimientos que hemos visto con la cinemática. 
    • Variables Electromiográficas: nos dan información de la activación muscular. Se utilizó tanto electrodos de superficie para la musculatura extrínseca (soleo y gemelo), como intra-muscular para la intrínseca (abductor del 1º dedo y flexor corto del 1º dedo). Además, se realizaron test pre y post el análisis de la carrera de los valores electromiográficos para ver que no había errores en los electrodos entre pruebas. 
    • Fuerza de Reacción del Suelo: es la fuerza ejercida por el suelo como respuesta a la fuerza que ejerce el cuerpo sobre él. Se mide a través de plataformas de presión y nos proporciona mucha información sobre las fuerzas que debemos de ser capaces de amortiguar durante el apoyo del pie y de producir durante la propulsión. 
    • Variables Temporales: miden el tiempo de duración del contacto del pie en el suelo y la duración de un ciclo de la carrera (tiempo entre dos apoyos de un mismo pie). Nos dan información sobre la eficiencia de la carrera y el grado de stifness muscular. 

Ya vemos que el estudio utilizó variables muy distintas, pero que, en conjunto, nos dan una información muy completa sobre los cambios que se pueden producir en el pie con el cambio del SP. 

Para los resultados os dejo la referencia (6) del artículo, así podéis acceder a los gráficos y tablas completas. Para quien quiera, puedo enviarlo en pdf por email, si me dejáis vuestra dirección en un comentario o si me mandáis vuestros datos a través del formulario de contacto de la web.

Vamos a comentar algunos de ellos y a sacar una conclusión práctica:

  • Hubo diferencias en cuanto a los valores de fuerza de reacción del suelo, aumentando el pico de fuerza vertical (la que se produce cuando realizamos el apoyo) con el patrón de FFS. Por tanto, el patrón FFS necesita de un mayor nivel de fuerza excéntrica de la musculatura encargada de la amortiguación (ej: triceps sural, cuádriceps, glúteo mayor…). 
  • Las variables cinéticas y cinemáticas mostraron muchísimas diferencias entre patrones, por lo que la elección de una u otro para el atleta dependerá de los resultados de su valoración (movilidad activa, fuerza, control neuromuscular…). Además, la utilización de uno de ellos provocará adaptaciones diferentes a corto, medio y largo plazo en los tejidos, por lo que el trabajo compensatorio va a ser vital para no provocar lesiones de sobreuso de las estructuras más implicada y de desuso de las menos implicadas.
  • Cuando analizaron los cambios que se producían con el uso del FFS, vieron que la actividad de la musculatura intrínseca del pie era mucho mayor. El abductor del primer dedo aumentó su activación tanto en cantidad como en duración, es decir, que produjo mayor fuerza durante más tiempo. El flexor corto del primer dedo aumentó su actividad durante toda la fase de apoyo. También hubo cambios en la musculatura extrínseca, sobre todo del gemelo interno o gastronemio medial, el cual mostró mayores niveles de activación durante la fase de balanceo con el patrón FFS. 
Resumiendo

El patrón de antepie provoca mayor activación de la musculatura intrínseca y una mayor movilidad del mediopie, sin alterar el pico de compresión del arco longitudinal y sin una mayor dorsiflexión de tobillo. Estos resultados indican la importancia de esta musculatura en la eficiencia de la carrera, la necesidad de su entrenamiento, como puede ser la transición momentánea del tipo de apoyo.

Los resultados del estudio muestran que el cambio de patrón de apoyo del pie puede ser una herramienta válida para la rehabilitación y readaptación de lesiones en el pie.

Si estás pensando en cambiar tu apoyo, debes conocer perfectamente qué cambios funcionales se van a producir y qué posibles riesgos puedes correr si no se realiza de manera adecuada. Por tanto, antes de cambiar los apoyos, asegúrate que estas preparado.

Referencias

1. Joyce D, Lewindon D. Sports Injury Prevention and Rehabilitation: Integrating Medicine and Science for Performance Solutions. 

2. Altman AR, Davis IS. A kinematic method for footstrike pattern detection in barefoot and shod runners. Gait Posture. 2012; 35(2):298–300. 

3. Altman AR, Davis IS. Barefoot running: biomechanics and im- plications for running injuries. Curr Sports Med Rep. 2012;11(5): 244–50. 

4. Perl DP, Daoud AI, Lieberman DE. Effects of footwear and strike type on running economy. Med Sci Sports Exerc. 2012; 44(7):1335–43. 

5. Kelly LA, Farris DJ, Lichtwar GA, Gresswell AG. The influence of foot-strike technique on the neuromechanical function of the foot. Medicine & Science in Sports & Exercise. 50(1):98-108, January 2018.Patrçon de Apyo

3 comentarios

  1. Hola Dani,
    Crees que hay una distancia a partir de la cual ya es inviable el apoyo de antepié? Estoy pensando en los corredores de ultra y la fatiga que se puede acumular…
    Sería viable intentar un cambio hacia el apoyo de antepié en los primeros kilómetros y dejar que se produzca una transición al apoyo de retropie hacia el final?
    Gracias

    1. Hola Iris, muchas gracias por las preguntas.
      Respecto a la distancia, va a depender de muchos factores (ej. Posición del tronco, oscilación vertical del centro de masas, desnivel del terreno…), por lo que dar una respuesta fija es imposible.

      Sin embargo, como bien comentas es lógico que haya cierta modificación del patrón de apoyo en las diferentes etapas de una prueba. A mi modo de entender, debemos de aseguraf la tolerancia del atleta en ambas, y de esta manera evitar lesiones por desuso.

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